miércoles, 20 de mayo de 2015

Sasha Grey, la lencería y el porno

Parece que cada vez se hacen más populares las novelas eróticas y salen hasta de debajo de las piedras. Nadie quiere quedarse sin editar la suya propia aprovechando el auge que están tomando.

Os presento “LA SOCIEDAD JULIETTE“, la novela erótica de Sasha Grey, la estrella del cine porno más célebre y reconocida.

Sasha Grey comenzó su carrera en el porno al cumplir los 18 años, ganó 7 premios AVN antes de retirarse a los 21 años. Actualmente, esta sorprendente y polifacética chica se dedica a la música, a posar como modelo, a escribir y a desarrollar su nueva carrera de actriz. Ya ha protagonizado la serie ‘El séquito’ (Entourage), y las películas ‘The Girlfriend Experience’ dirigida por Steven Soderbergh y ‘Open Windows’, la nueva película del español Nacho Vigalondo en la que comparte protagonismo con el encantador Elijah Wood.




<< Antes de que empieces a leer este libro, dejemos las cosas claras.

Quiero que hagas tres cosas por mí.

- Uno: No te ofendas por nada de lo que leas a continuación.

-Dos: Olvida tus inhibiciones.

- Tres (y muy importante): A partir de ahora, todo lo que voy a contarte debe quedar entre tú y yo.

Catherine, una joven estudiante de cine con una gran inquietud sexual, descubre la existencia de un club selecto y misterioso, lugar de encuentro para hombres poderosos que anhelan explorar el lado más oscuro de sus fantasías sexuales.

Pero aunque estas nuevas experiencias, que Catherine jamás había soñado en llevar a cabo, hacen que alcance momentos de intenso placer, también amenazan con destruir todo lo que es importante para ella.

Deja que Sasha Grey te introduzca en una sociedad secreta donde imperan el poder y el erotismo. Donde las fantasías más osadas se hacen realidad. En la que todo es posible. >>

Esta novela está siendo muy criticada principalmente porque la autora se dedicase al porno, y claro, las chicas que se dedican a eso tienen que ser unas descerebradas y unas tontas. Pues no. Precisamente Sasha Grey es muy inteligente y da muestras de ello en este libro. En él, Sasha cita en diversas ocasiones a Godard, a Freud, a Kubrick, a Sade, compara el sexo con un verso de William Blake… pero no es ni mucho menos para quitarle el sello de ‘novela de pornografía barata’, de hecho, también encontramos referencias a las redes sociales e incluso al black metal.

Todo esto ayuda a formar la personalidad de la protagonista, no quiere decir que la autora se las dé de inteligente, aunque realmente lo sea. Cierto que comparte algunos aspectos con las ya empachosas ‘50 Sombras de Grey‘ en su uso de la primera persona, la “prota” joven e inocente y su descubrimiento de un nuevo mundo y en que es fácil de leer.

Evidentemente, el sexo ocupa la gran parte de las páginas de este libro en forma de fantasías que se van cumpliendo, pero es que no nos olvidemos que de eso se trata, de una novela erótica.


LA LENCERÍA Y EL SEXO

Entre consoladores ultra sofisticados y vibradores elaborados en materiales nobles, manuales con posturas propias de contorsionistas y recomendaciones para llegar al “punto X” de turno, parece que la normalidad en la cama está totalmente pasada de moda. Nos encanta presumir de innovadores, de ser hombres y mujeres de mundo que no se conforman con la monotonía del simplísimo misionero. A veces, sin embargo, estamos tan ocupados pensando en cómo montárnoslo en plan espectacular que olvidamos lo que realmente importa: gozar. Para que no nos ocurra nunca más y aprendamos a apreciar los pequeños placeres de la intimidad, desde aquí lanzamos una propuesta: reivindiquemos la lencería anodina y simplona. ¡Digamos sí a las bragas de algodón!


Sensualidad, erotismo y lencería

Estamos extrañamente convencidas de que los hombres se pasan el día (y más si están de vacaciones) fantaseando con mujeres súper cañón que van por ahí vestidas con un simple conjunto de lencería fina. Nos imaginamos que ellos seleccionan en sus mentes desde el color de la ropa interior de ellas hasta la combinación de encaje, seda, raso, satén o lycra en función de sus gustos personales. Y que luego deciden si prefieren que el sujetador tenga aro o no, que lleve tiras o sea strapless. Vamos, que nos creemos que ellos son todo un Yves Saint-Laurent en potencia cuando dejan volar la imaginación. ¡Qué ingenuas podemos llegar a ser! Sin ánimo de ofender, los gustos masculinos suelen ser bastante más sencillos y asequibles de lo que pensamos.

Lencería… ¿sexy?

Puede que estemos sobrevalorando la importancia de la lencería a la hora de disfrutar del sexo. No hay más que pensar en el poco tiempo que ellos son capaces de aguantarse sin explorar debajo de ella. En realidad, el tema de la ropa interior sexy parece más un truco femenino para potenciar la autoestima y la confianza en una misma que un arma real de seducción. Vale que las bragas de la abuela puedan ser un tanto excesivas (aunque ahí está el éxito de las fajas para desmentirlo), pero tampoco hay nada de malo en vestir lencería común y corriente. ¿Por qué demonizamos el algodón y los colores neutros? Al fin y al cabo, es el material más recomendable para la salud genital femenina. ¿O acaso nos creemos que a alguno se le va a esfumar la erección al descubrir tal panorama?